martes, 14 de diciembre de 2010

Soñar, soñemos... (Primera parte)

Soñar no es tener deseos, es siempre soñar en grande. Imaginar es pensar en lo imposible; pero soñar… soñar es ir más allá de las fronteras, más allá de la razón y más allá de lo posible. Cuando soñamos lo hacemos inconscientemente, nos sale del alma. Y en cada sueño se refleja lo que somos, lo que queremos, NUESTRA MISIÓN. Porque todos tenemos una.
 Soñar es apostar al cambio, es creer que hay algo mejor y confiar en que podemos lograrlo. No todas las cosas se pueden hacer sin medida, por suerte no existen los “soñadómetros”, podemos soñar todo lo que queramos, en grandes cantidades, cuando queramos: los sueños más locos, los más lindos, los más satisfactorios, los más simples, los que sean.
¿Por qué nos hace bien soñar? La vida es corta, el tiempo es mucho pero no significa que tengamos mucho, y por eso, por mas capaces que seamos no vamos a poder cumplir todas nuestras metas. Pero cuando soñamos las metas se cumplen, podemos verlas en nuestra cabeza ya cumplidas. Ver un sueño cumplido en nuestro corazón… hace que a la vida no le quede otra que cumplirlo porque de alguna forma esta concretado en nuestras almas, es realmente lo que queremos. Soñar hace que la vida nos regale más de su tiempo.
¿Quién no soñó con ser una princesa de chica? ¿En ser mama? ¿En ser cocinera? ¿En ser famosa? ¿o en ser un pirata de chico? ¿Un policía? ¿Un superhéroe? ¿En ser famoso? ¿En volar? ¿Pero no creen cuando lo soñaban, sentían que realmente lo eran? De alguna forma, jugando por ejemplo… ¿no fuimos princesas, madres, cocineras, famosos, piratas, policías, superhéroes? Y no es que ahora que ya crecimos… ¿abrimos nuestras alas y volamos? ¿Cuándo soñamos… no estamos volando en una esfera hermosa y mágica en la que vale todo? Y a pesar de que en la vida concreta no se hagan realidad todos los sueños, muchos de ellos pueden cumplirse. Pero para eso hay que ser paciente y tener fe en nosotros mismos, en lo que queremos y en que podemos lograrlo.  Y si jamás podemos lograrlos, esta bien, vamos a estar orgullosos de al menos haberlo intentado pero nunca lo vamos a desechar: vamos a guardar el sueño en la esfera hermosa y mágica, en nuestra esfera, en donde todos los sueños son posibles y vamos a pensar con una sonrisa en ellos todos los días, anhelando que algún día se hagan realidad.
Una vida sin sueños, no es vida. Aprendí a apostar al optimismo comprometida con la acción y el cambio; hay que soñar mucho, pero saber soñar y luchar por eso. Una vez más, fueron las esperanzas y los sueños lo que me ayudaron a ayudar. Yo no sé cómo cambiar el mundo y borrar las injusticias dentro de él, de echo, yo sólo se que no se nada; pero creo que aprendí a mirar a ese mundo desde muchos ángulos. Y ahora se que el marco que permite verlo todo con mayor claridad, es el marco de los sueños. Si todos soñáramos más y lucháramos por esos sueños, estoy convencida que el mundo sería un mejor lugar para vivir.
 Lucia Menendez