sábado, 12 de febrero de 2011

Era sencillo

A veces empezamos a hacer una novela de nuestra vida. A partir de un echo fallido atraemos la negatividad y todo, absolutamente todo, nos parece que esta mal, que somos fracasados, que nacimos para sufrir. Lo peor es que muchas veces nos metemos realmente en el personaje de la novela y nos olvidamos que muchas de ellas tienen un final feliz, nos olvidamos de buscarlo. Aunque buscarlo está mal dicho, sería mirar con más claridad a nuestro alrededor y darnos cuenta de que está ahi, casi tocándonos las manos.
A mi personalmente me costaba mucho darme cuenta de donde estaba esa "felicidad" que necesitaba, todos me decían "ya va a llegar". ¿Qué cosa iba a llegar? ¿Cuándo? Porque la verdad la adolescencia y la pasiencia se me escapaban.
También lo que pasa mucho en las novelas al igual que en la vida es que después de muchas cosas malas y tragedias esperamos que venga EL final, LA resolucion; y ahi es cuando muchos dicen que el final es o fue "malo", y no es "malo" es SENCILLO. Vivimos buscando ESO, eso que nos haria tan felices o quizas ESA persona que nos cambiara la vida; pero a veces es menos complicado que eso.
Es menos complicado, sí, y yo era una de esas que creía que a pesar de tener los amigos que tenía... ellos nunca iban a terminar de entenderme o podrían darme un condejo que en serio me sirviera. Y esto es porque, aunque se que la palabra no es "ego", siempre de chica tuve planteos emocionales más fuertess que los de ellos; era una de esas nenas raras que hablaba del chico que le gustaba con su viejo. Por eso, si los consejos que yo necesitaba me los daba una persona de 40 años y un poeta de 50 (Joaquin Sabina)... ¿cómo iba a entenderme alguien de 13 o 14 años?
Hasta que empecé a ser quien realmente era, me aceptaron como soy, y acepte que soy solo una PENDEJA, sí, una pendeja qu no tiene idea de nada. Pero soy feliz. En fin, en este último tiempo descubrí que mi vida es menos complicada, que tengo más suerte de la que creo, empecé a ser más optimista con mis sueños y... esa felicidad que me hacía falta, ese vacío que no se llenaba... lo llenan todos los días las sonrisas de la gente que me rodea :) Gracias

Lucia Menéndez

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